Cuéntanos un poco de ti y de cómo llegaste a invertir en eCook. ¿En qué momento lo hiciste?

Soy emprendedor desde que tengo memoria. Crecí en una familia que vivía inventando negocios, y de adulto seguí ese mismo camino. Fundé KLog el 2012 sin saber nada de logística, y terminé construyendo una de las logtech líderes de Latinoamérica.

A eCook llegué por algo muy simple: me enamoré del propósito. En 2016 conocí el proyecto, probé el servicio y vi un equipo obsesionado por resolver un problema real: cómo comer bien, rico, rápido y sin perder tiempo. Como alguien que vive corriendo entre reuniones y viajes, me hizo todo el sentido.

Invertí cuando entendí que eCook no era solo comida: era una operación tecnológica aplicada a la cocina. Y eso, para mí, es oro.

¿Qué cosas viste en eCook que te llevaron a apostar por la empresa? ¿Hubo algún aspecto en particular que te convenciera?

Tres cosas muy claras:

1. El producto era realmente bueno.

No es fácil encontrar una empresa de comida preparada que combine calidad, sabor, consistencia y experiencia del cliente todos los días.

2. El equipo fundador.

Vi hambre, disciplina y ejecución. No enamorados de una idea, sino obsesionados con mejorar procesos. Eso marca la diferencia entre un emprendimiento que sobrevive y uno que escala.

3. La oportunidad de industria.

El food delivery tradicional tiene problemas estructurales: costos altos, tiempos largos y experiencias inconsistentes.

eCook, en cambio, opera como una “cocina industrial inteligente”: planifica, produce eficientemente y entrega un producto con calidad predecible.

Ese modelo era —y es— escalable.

¿Cuál es tu papel hoy como director e inversionista dentro de eCook y cómo participas en las decisiones estratégicas?

Mi rol es súper claro: ayudar al equipo a crecer más rápido y cometer menos errores de los que yo ya cometí.

Como director, participo en:

• definición de foco (qué hacer y qué NO hacer),
• estructura comercial y operativa,
• métricas clave y cultura de ejecución,
• y cuando toca, levantar la mano y decir “esto se está poniendo peligroso”.

También empujo mucho en la visión de largo plazo: pensar eCook como una empresa de tecnología y data aplicada a comida, no solo como una cocina grande.

Pero el mérito del día a día es del equipo. Yo estoy para empujar, incomodar y acompañar en los momentos difíciles.

¿Qué aprendizajes o visiones de Klog te han servido en tu papel de director dentro de eCook?

Muchos, pero te diría los más relevantes:

– El foco gana.

La tentación de abrir líneas nuevas es eterna. En KLog aprendí que concentrarse en lo esencial permite crecer más rápido. En eCook aplicamos lo mismo.

– La tecnología no reemplaza a las personas, pero multiplica a un buen equipo.

Lo viví construyendo una logtech y lo veo en la cocina: procesos, estandarización y data permiten escalar sin perder calidad.

– El cliente es lo primero, siempre.

Si no nos duele lo que le duele al cliente, no crecemos.

Desde tu perspectiva, ¿cuáles han sido los mayores desafíos que ha enfrentado eCook hasta hoy?

Han habido varios, muy propios de un negocio que mezcla operación física, tecnología y crecimiento acelerado:

1. Escalar producción sin perder calidad.

Pasar de cientos a miles de platos diarios manteniendo el mismo estándar es brutal.

2. Equilibrar eficiencia con experiencia.

Que el producto llegue siempre perfecto, a tiempo y en buenas condiciones es un arte.

3. Consolidar un modelo sostenible.

El foodtech es un rubro competitivo, con márgenes ajustados. Tomar decisiones difíciles a tiempo es clave.

4. Competir contra hábitos instalados.

Cambiar cómo la gente come requiere educación y consistencia diaria.

Pero si algo admiro del equipo es su resiliencia: cada obstáculo lo han usado como palanca.

¿Cómo ves el futuro de eCook en los próximos años? ¿Qué oportunidades crees que tiene por delante en la industria?

Soy optimista, y no por cariño, sino porque veo datos y veo equipo.

Creo que eCook tiene tres oportunidades enormes:

1. Escalar geográficamente.

El modelo funciona. Replicarlo en otras ciudades es una oportunidad real.

2. Convertirse en una plataforma de soluciones alimentarias.

No solo platos preparados: programas corporativos, alimentación saludable, nutrición personalizada, suscripciones inteligentes… El espacio es gigante.

3. Tecnificar aún más la operación.

Data, forecast, automatización y producción inteligente: eso va a marcar el diferencial en la industria.

Y lo más importante: la tendencia global es clara. Las personas quieren comer mejor sin perder tiempo.

Quien logre entregar calidad + velocidad + precio justo va a ganar.

eCook está en esa dirección.